(irregular)
Máscara de los metales de la siembra,
tu voz ya no inaugura el sueño,
y hay que perderse en el umbral de anoche
para recuperar la claridad deseada.
Tu voz y tu disfraz
si todos los temores se me presentan
en doble rostro y con palabras de uno
que nace a cada instante,
que se refugia en el diván de las caricias
en el que ya no puedo perseguir la noche;
tu voz y tu disfraz, y el costado turbio
que toda desolación promete.
(Y callo mi cierzo por poder seguir
el otro rostro de tu voz, nacido
bajo el mal signo de la luna llena,
y anoto la victoria sin ropaje
de tu disfraz sobre mi canto seco,
anotación sin mácula de tregua.)
8 abril 1997.-
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