jueves, 22 de octubre de 2015

MOJÓN QUINQUENAL

Vengo a la mesa de la charla en sombra, 
la charla del reloj del primer lustro, 
y me fatigo hablándole al espejo, 
y me muerdo las manos por costumbre. 
Sentado con la vos que no es de carne 
sino intangible, pido la ternura 
de una esperanza ciega, y recompongo 
mi voz y rostro contra la distancia. 
La taza se café se me presenta 
como tenida en brisa, y los criollitos 
se me desmayan intentando gracias; 
y la estación del alce se acentúa, 
y llueven monederos y bufandas, 
y me permito trompa de elefante. 

4 mayo 1997.- 

CUARTA EVOCACIÓN

Alguna vez, y muy pronto incluso, será descubierto el misterio de las pirámides. Ese día visitaré a mi suegra. ¡Salud! 
(M. R. P.) 

Gorda, 
vientre sagrado, 
emanación precisa de las algas, 
medida firme, adusta, 
elogio en tierra, 
arrojo de la sombra callejera, canyengue, 
gloria del orbe, 
te conmemoro y mido con la cinta 
tu estómago capaz, 
logro de vos el número divino 
y quiero la erección de una pirámide 
que fije con memoria tu proporción sublime. 
¡Magnífica, de pies incandescentes, 
de rodillas macizas, 
de gruesos labios! 

6 Mayo 1997.-

TERCERA EVOCACIÓN

¿Dónde estás, gorda, dónde tu mirada 
confecciona esta bruma sin sosiego? 
Mi paso pide besos, y el antojo 
de verte se transforma en simpatía. 
¿Dónde te fuiste, dónde tus caricias 
se pierden, prevenidas y distantes? 
Cuido mi labio de decir tu sombra, 
y me abandono a los recuerdos torpes. 
Porque tu faz brilló en la madrugada 
buscando con deseo mi estatura, 
y tu perfil luchó contra el rechazo; 
y ahora caigo en el embrujo inútil 
de querer encontrarte, de tenerte, 
de perseguir las aguas de tu piel. 

6 mayo 1997, 6 1/2 mañana. 

SEGUNDA EVOCACIÓN

Ya se hace de noche. Fumo mi cigarrillo gris, y extraigo valentía de mi soledad para evocarte, mi querida gorda camión, mi gorda gorrionazo. Mi lira es impropia de tu grandeza, de tu seriedad romántica, del fuelle que siempre preludia a tu paso. Respiro hondo, pido todo el aire de esta pieza humilde, y me dirijo a vos con los siguientes versos: 

¡Gorda divina, boca de compota, 
manos azules por tentar mi cuerda, 
cabello como de ángel, entrevero 
para el varón, colina chupasangre! 
¡Gorda distancia, gorda lejanía, 
abeto para el ojo de los tristes, 
paso gendarme, lucha de la sombra, 
gorda como nación, gorda verano! 
(Y yo que te deseo pa'l invierno, 
yo que sueño con tu alma de edredón, 
yo que pedí encontrarte, y no viniste...!; 
y vos, con tu sonrisa de fogata, 
vos y tu cuello, pasadizo grande, 
vos, entrevista, recordada ahora...) 

4/5/1997.-

martes, 20 de octubre de 2015

¡GORDA POTENTE!

(luego de una charla con Ch. sobre las necesidades de una gordita pa'l invierno) 

¡Gorda potente de los ojos turcos, 
la que admiró mi paso de tilingo! 
La noche te tragó como a una fruta, 
te fuiste a mi pesar, ¡gorda potente! 
La pollera celeste, el pelo suelto 
y negro, como danza de caobas... 
¿Qué fue de tu deseo, de esas ansias 
por exprimirme el pulso? ¡Gorda linda! 
Te fui a buscar un viernes, regresé 
a la mesa del bar en que te habías 
sentado a devorarme con los ojos. 
Vacía. Ni la sombra de tu peso. 
Entristecido, gris, tomé una copa 
de cerveza caliente, fumé un pucho. 

4 mayo 1997.-

SOÑADA MÚSICA DE ESTRÉPITO

¡Zumba, zumba, zumbadora, 
la música no se quema! 
Detonan cuatro platillos 
en mi espalda. No me olvides. 

¡Zumba, zumba, zumbadora, 
los violines enloquecen! 
Renacen cuarenta acordes 
con la vendimia. Te quiero. 

¡Zumba, zumba, zumbadora, 
película, mate y bombo! 
Cuatrocientas timbaletas 
se entretienen. Viejo amor. 

¡Zumba, zumba, zumbadora, 
quena que ardió, entristecida! 
Si cuatro mil cornetines 
salmodian, se va tu acento. 

2 mayo 1997, media mañana.

NEGATIVA Y PASIÓN

No te voy a llamar, no pienso darte 
tanta ventaja en eso del recelo, 
ni voy a visitar la desventura 
de recordar las noches de placita. 
No voy a referirme a la medalla 
de tu mirada, filo del deseo, 
ni voy a repetir que una tortura 
es lo más mío en mí de hace unos años. 
(Tortura de no verte con los ojos 
de aquel que sabe que es correspondido, 
tortura de no verte casi nunca; 
tortura fiel, ardida, cotidiana 
la de encontrar amada en cada puerta, 
y en el azul, y el agua, y el silencio.) 

1° de mayo 1997, medianoche.-

domingo, 18 de octubre de 2015

RAMALAZOS (PRIMERA APROXIMACIÓN A UNA METAFÍSICA DEL MATE)

Mirá la metafísica del mate 
ahí solita, sin que sus cultores 
muevan un dedo por vencer la mufa 
de la bombilla. Pava y poronguito 
observan la caída de la tarde 
con la sola defensa de los años 
y meten mano al bolso de la duda 
cuando inquieren qué fue de tus criollitos. 
¡Tus criollitos...! Amigos de la cama 
llena de migas, de comprar el diario 
para leerlo varias veces --siempre 
atentos a los chistes--, de las charlas 
sin el perdón de Dios, de las caricias 
hasta el desmayo, tiernas... ¡Tus criollitos...! 

26 abril 1997.-

DEFENSA ANTE MONTANARI


¿Muestrario de las formas conocidas, 
Álvaro amigo, ves en mis poemas, 
formas y formas que se desenvuelven 
en obvios mecanismos, con sosiego? 
Porque eso fue lo que dijiste anoche, 
eso de que conjugo los sonidos 
como al tun-tún, y que compongo el verso 
con ley reiterativa, muy anciano. 
Será una ley, pero es una ley honda 
la de decir amada, rostro, labio, 
la de volver a su canción, a su agua; 
será reiteración, será insistencia 
pero por hábito querido, como 
el del cultivo de una rosa blanca. 

II 

(Y si todo es la música precisa 
de su mirada, ramo para un sueño; 
si todo tiene sombra de su rostro, 
que encegueció mi paso y lo detuvo; 
si su mano formó la dentellada 
que nunca deja de segar mis ojos 
y les presenta toda forma lisa 
que, brisa o lejanía, la repite: 
¿cómo querés, amigo, que renueve 
mi verso, que hable, por ejemplo, de 
la guerra, los abrazos, cualquier tema? 
Si todo es una cifra silenciosa 
de la canción que toca una guitarra 
que nunca detendrá esa cantilena.) 

25 abril 1997.-

sábado, 17 de octubre de 2015

PIENSA HANS CASTORP

Atardecer, y la llanura, lejos... 
Atardecer, con este frío... Tanto 
tiempo que espero, y tu mirada, Clawdia, 
visita mi penumbra... Ya la fiebre 
ha subido. (Mi primo.) El pedagogo 
me habló, me confortó; con sus palabras 
elaboro una vaga teoría 
de tu regreso, de tu frente hermosa. 
¿Renacerá ese Carnaval lejano? 
¿Habrás de darme nuevamente el lápiz? 
¿Me abrumarás con tu francés del este? 
De mi niebla consigo una silueta 
frágil, precisa: fiel como el retrato 
del consejero. ¿Te veré algún día? 

24 abril 1997.- 
Poemas en torno a Clawdia

MONEDA Y CONSECUENCIA

1. 

Tu mano, tu canción, tu despedida, 
el lazo sin retorno de tu siembra, 
tus almanaques, roncos de nostalgia, 
la recuperación de tus recelos; 
tu sombra lisa, tu semblante adusto, 
la siega de tus ojos, tus cigarros, 
el vuelo detenido de tu frente, 
tu soplo sin descanso, tus emblemas: 
todo regresa en las catorce líneas, 
en las catorce dentelladas tristes 
al pan de la memoria, a su silencio; 
todo regresa, como un espejismo, 
como una emanación de las arenas 
en que divago: fiebre del soneto. 

2. 

Y la marea mueve las orillas, 
el páramo despierta al desamor, 
las cuchilladas marcan el sendero, 
la brevedad del álamo me sesga; 
y la sonata pobre del destierro 
combina melodía y epitafio, 
como cristales caen las cortinas 
de la otra cantilena, de las horas. 
Y caen las cortinas, y los cuadros, 
y todo libro, y cada maderamen, 
y aquel paisaje, y esa lejanía, 
para dejar al mundo abandonado 
a la miseria fría y sin destino 
de ser un tema subjetivo y mustio.

21 de abril de 1997.-

APUNTE SOBRE MÚSICA

La transparencia de un sonido exacto: 
collar de los mancebos de la noche, 
joya del alma que se entrega entera, 
racimo fiel, arbusto sin ropaje, 
alivio de los ojos, campanario 
de la estación perdida, de los alces 
que vienen y se van en la soltura 
de los fraseos, de los tres silencios 
de un rostro arremangado por la carne, 
cariño y dentellada, recetario 
insospechado y nuevo --siempre nuevo--, 
mano del diablo, piel de los oscuros 
o suave claridad de los sin pausa, 
lazo tendido, flecha del retorno, 
cigarro de la piedra, folletines 
y muescas; y llanuras, y recortes, 
y maderamen, y el azul, y dagas, 
y atardecer, y lijas, y baldosas, 
y rezos, y montañas, y la brisa. 

18 abril 1997.-