jueves, 22 de octubre de 2015

TERCERA EVOCACIÓN

¿Dónde estás, gorda, dónde tu mirada 
confecciona esta bruma sin sosiego? 
Mi paso pide besos, y el antojo 
de verte se transforma en simpatía. 
¿Dónde te fuiste, dónde tus caricias 
se pierden, prevenidas y distantes? 
Cuido mi labio de decir tu sombra, 
y me abandono a los recuerdos torpes. 
Porque tu faz brilló en la madrugada 
buscando con deseo mi estatura, 
y tu perfil luchó contra el rechazo; 
y ahora caigo en el embrujo inútil 
de querer encontrarte, de tenerte, 
de perseguir las aguas de tu piel. 

6 mayo 1997, 6 1/2 mañana. 

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