miércoles, 16 de marzo de 2016

SONETO

¿Qué puedo, si imposible vos, probar, 
qué queda hacer? Y no es escribir versos 
por escribir, sino por protestar, 
por intentar conjuros. Son diversos 
los modos de dolerse, y el que elijo 
es el vano dolor de los poemas, 
modo de siembra en el que quedo fijo 
a una canción sin tacha (siempre emblemas 
que uno y desuno, pasos por la vía 
de mi pesar, por cruentos derroteros 
de tu imposible, siempre la casida 
de los recuerdos: ardo como impía 
disolución en morbo, sumo austeros 
reflejos de tu ser, cumplo mi herida). 

10 junio 1997.- 

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