en estos días pobres o confusos,
días del hambre, de la vestimenta,
de pronunciar qué tal y no sentirlo.
Tu resplandor, o tu callada efigie,
o algo que está en la foto y que no está
para los otros, tu mirar severo
o la elección futura. Tu tapado
no pega con la idea de tu voz,
o aún no lo acepté. Se ubica al centro
el cello, guarecido en el estuche.
Como preciosa gema rescatada.
¿Cómo llegaste a actuar en La Segunda
Patria? Volvés, en estos días turbios,
a la dorada juventud prevista
del film. Acaso no serán seis tomas
las que han quedado en mí; pero "Clarissa"
es otro nombre, hoy, en los recuerdos.
17 junio 1997.-
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