la larga fila cansada,
la que desfila a los tumbos.
Comejenes de paciencia
la atacan --su rey proviene
de arrecifes de coral--.
La altiva noche se cierra
sobre los cogotes tiesos
de la fila, negro fuelle;
olitas y dentelladas
son los parejos ataques
de los dos bandos opuestos.
"¡Evohé!", gritan los peces,
"¡evohé!", canta la noria,
y un azul de asesinato
se pasea por el puerto.
"¡Evohé!", clama la fila,
"¡evohé", los comejenes.
(Todo final es incierto,
pero la muerte es señora.)
28 de octubre de 1996
No hay comentarios.:
Publicar un comentario