lunes, 20 de julio de 2015

SONETO DEL RESPIRO

Soy yo mi prisionero y mi asesino, 
y la ordalía de los días turbios; 
ausente de mi bien, indiferente 
a veces, pierdo la mejora propia. 
Insulso y detenido rememoro 
horas pasadas y en ellas me instalo, 
y desmejoro la tenaz estela 
sabrosa, no culpable, del presente. 
Y ahogo dichas, y persigo el duelo, 
y desconcierto a la aterida mano 
que espera mi caricia, y no dispongo 
de generosidad para el error; 
es tiempo de adoptar otra postura 
para mí mismo, y de vivir tranquilo. 

2/1/1997

No hay comentarios.:

Publicar un comentario