que no deslumbrarán al hombre bruma
del día de hoy, mas por la inquieta suma
descansaré mis doloridos temas.
Recitador seré que al desconsuelo
no comprometa, mudo por amable;
recitador mental que más bien hable
del tiempo con los hombres, por recelo.
Callado y vil me sentaré a la espera
del fuelle que compense mi andadura;
caminaré sin rumbo, como cera
consumiré mis días de pavura:
más vale proclamar que no sé nada
a que me lean --ansiedad odiada--.
31 octumbre 1996
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