"Monitos de la gracia,
¡entorpeced mi ataque!"
M. Rodríguez Pena, Canto a mi natalicio
Sin pista cierta de tu derrotero,
sin mapa de tu amor que confeccione
pasos de sombra, vahídos inciertos,
sin cofre del tesoro demorado;
y sin embargo liso, luz, capullo,
listo para el derroche, para el tiempo
de la entrevista gema, para el alce
y para la marsopa, circular
como viejas medallas hedonistas,
anticipado y fiel a la costumbre
del beso sin reproche, panecillos
de la estación florida; y sin ambages,
cuchillo que no mata y que no muere,
cabecilla del Grupo del SIlencio,
enamorado de la propia sombra,
garúa fina de las contorsiones
enumeradas por la clara noche
del silbo de los labios que no callan
y que no ocultan sus estratagemas,
finísima carilla y su reverso,
sistema seco, declarado pacto.
10/1/1997
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